A través de ti
puedo ver todas las puertas
con molduras de aire
y
aquellas letras obedientes
que no supieron escapar del vaho.
Aceptaría huir de mi
si tu mundo no fuese tan penetrable
y
tan desierto.
No quiero verme atrapada en otro reino
como el mío,
en otra voz
a la que extirpar disfraces,
en otro poema
del que desertar por incomprensible.
Tanto me dijiste
que ahora temo más
las vigorosas alas del ‘te prometo’,
que los sin alientos del ‘no puedo’.
En esto nos convertimos,
en hojas desnudas
mostrando fibrosas trincheras,
ineficaces
para buscar la luz entre las luces,
el verdadero amor,
la lucha por el otro.
Inofensivas y grotescas primaveras
pintadas
para siempre
en un sencillo e irrisorio cuaderno.
Nená de la Torriente
La desnuda belleza de un poema...
ResponderEliminarGracias por tus bonitas palabras, Luix...
EliminarUn abrazote grande,
Nená