DES EQUILIBRIO
Tanto tiempo.
Tantas veces.
El sonido del corazón
tiene un lenguaje menos mecánico
que muchas palabras.
¿Debería llamarlo ruido
y no seguir escribiendo?
Las emociones no se disfrazan
aquí dentro,
ni se construyen en frases
ni cambian de color
como las costumbres
de los propios lutos.
¿A qué llamar poesía?
¿A qué clase de belleza
diferente,
a algo que nos haga latir
distintos
y ser un todo común
en un instante?
Siento amor,
generosidad,
ternura.
¿Qué clase de herramientas
he de emplear para que todo esto
no se pierda
o no se venza en sufrimiento?
¿Tan difícil es ser un humano
sin volverse egoísta,
frío,
rama de cualquier árbol
de ésta o aquella arboleda?
Me venden el equilibrio tan barato
que me asusta,
tan sencillo
en mundos fieros y complejos
que ojalá fuéramos tréboles
en prados verdes
esperando sólo la amanecida,
para dar de comer
a los caracoles.
a los caracoles.
Nená de la Torriente
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