miércoles, 10 de septiembre de 2025


A todos los hombres que no conocí, 

a todos los niños que no llevé en mi vientre. 

A lo que columbro que perdí,  

a lo que no sostuve.  

Hoy os cedo mi pensamiento. 

Que hubo amaneceres que no quise recibir 

y peleas a las que no me entregué,  

pureza que convertí en laceria.   

Terrible oquedad hoy y siempre,  

heridas abiertas del mundo. 

Pero hoy os anudo 

en escala y modo, 

me desordeno. 

Os oprimo contra mi pecho,  

maldigo el tiempo y su urgencia,  

el espacio mínimo y su pretexto: 


Porque no os tuve,  

 porque no fuisteis, 

y porque no pude amaros nunca. 


Nená de la Torriente

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