No me molesten ahora que soy feliz
que no venga nadie a nombrar tu ladrido,
porque hoy vadeo mares
y soy capaz de volar
como raro delfín buscando azules.
Al irme ya no tengo a quien enojar,
ya no tengo quien me duela.
No hubo derrota amor, no hubo.
Una bala más es el olvido,
otra la mala memoria.
Te miro como si nadie, como si nada,
corono los huesos de este perro
que sigue llevando tu nombre
y me atrevo a asaltar su mirada
invadida por el hambre.
No hubo derrota amor, no hubo.
Ya no brilla el dolor en jaulas tibias,
no hay perdones ni aleluyas,
se me fueron los incendios
uno a uno
por la boca,
pero no hubo derrota amor, no hubo.
Nená de la Torriente
Me alegro que ahora seas feliz y no te molestare pero te dare aliento y animo
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